¡Soy mujer!

Hoy no puedo dejar de sumarme a todas las personas que luchan por una igualdad.

Soy mujer y me alegro de serlo.

Es muy posible que hoy en las fotos más mediáticas aparezcan políticos hombres y mujeres que quieren llevar el mérito de una lucha de siglos de desigualdades. A mí no vale, lo siento mucho, pero no puedo creer en esos que hoy dicen blanco y mañana negro. los que cambian sus ideales políticos por permanecer en el poder, los que falsean documentos o estudios para conseguir objetivos, los ladrones que nos roban y, entren o no en la cárcel, nunca devuelven el dinero que se han llevado. 

Ni tampoco en esos que teniendo el poder para cambiar leyes, no lo hacen y sí, hacen acuerdos secretos para continuar en el gobierno.

Creo en la mujer y en su lucha por una igualdad que no llega, por un respeto merecido, por un trabajo digno, por unas leyes justas, por la libertad de elegir y tomar sus decisiones

Creo que hay políticos honrados que quieren cambiar cosas y no lo consiguen, por siglas o colores. Estoy segura que hay personas hombres y mujeres maravillosos que luchan por cambiar las cosas.

No soy amiga de fotos, soy amiga de estar ahí cuando una mujer me necesita, a veces con escuchar o estar cerca podemos hacer feliz a esa amiga desesperada, la que ha sido maltratada o violentada, la incomprendida, la triste o la insegura. Otras veces toca actuar y apoyar sus decisiones.

Creo en la libertad, que hoy tenemos, de elegir como celebrar la jornada:

Unas iremos a una manifestación, otras seguiremos trabajando. Esto para mí es igualdad y libertad, poder elegir lo mejor en cada momento.

Ojalá no hiciese falta hacer huelgas o gritar: ¡Basta ya! ¡Ni una más!, ¡No es no! 

Ojalá tú que puedes cambies las leyes, castigues a quién nos hace firmar contratos desiguales, al que cierra los ojos al verlos, al que permite a algún conocido ir un paso más allá del respeto a cualquiera de nosotras.

Hoy te recuerdo especialmente a ti, que hace muchos años luchaste por tus ideales, compitiendo en desigualdad y nunca te rendiste; a ti que tuviste que enfrentarte sola a la vida con un montón de hijos, mientras tu esposo estaba lejos, a ti que elegiste ser madre soltera y no has necesitado a nadie para que te ayude a criarlo; a ti que sigues cocinando para toda la familia y aún tienes que escuchar las protestas de, esto no me gusta.

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